ULTIMANDO LA MUDANZA DEL FARTET A SU ESPACIO REHABILITADO
Con la llegada del verano nos disponemos a concluir este año y medio de trabajos y superación, con mucha emoción vemos cumplidos los anhelos de poder ofrecer un espacio rehabilitado a una serie de especies en peligro de extinción o vulnerables.
La renaturalización marcha a pasos agigantados dadas las buenas condiciones y el potencial de crecimiento con que cuenta la zona, pura resiliencia...
Las condiciones de la masa de agua para que el Fartet se alcanzaron y se están dando las fluctuaciones esperadas, con lo que esperamos que este nuevo hogar sirva para mantener esa población tan amenazada.
Muchas aves comienzan a posarse sobre los islotes y las insectívoras descubren este nuevo punto de alimentación. Precisamente los invertebrados han sido los pioneros indiscutibles en la recolonización, en apenas unos días multitud de odonatos (libélulas y caballitos del diablo) de fulgurantes colores sobrevolaban la charca, además de otras especies que nadaban en las aguas como Arthemias y Quironómidos.
Las replantaciones de aquellas zonas que resultaron inevitablemente mas afectadas por el paso de la maquinaria, recuperan su cobertura a buen ritmo, tomando un aspecto mas equilibrado del que tenían gracias a la inclusión de limonios y tarays que diversifican la flora existente y, con un poco de ayuda, ganaran terreno a los carrizos, que antes ocupaban todo el espacio asfixiando la posibilidad de crecimiento de otras especies.
Solo nos queda celebrar la inauguración, con la entrada del mes de julio reuniremos a nuestros voluntarios, todos aquellos que aportaron esfuerzo de forma desinteresada aprendiendo con nosotros las maravillas que esconden los humedales y las riberas del Mar Menor....GRACIAS...
La renaturalización marcha a pasos agigantados dadas las buenas condiciones y el potencial de crecimiento con que cuenta la zona, pura resiliencia...
Las condiciones de la masa de agua para que el Fartet se alcanzaron y se están dando las fluctuaciones esperadas, con lo que esperamos que este nuevo hogar sirva para mantener esa población tan amenazada.
Muchas aves comienzan a posarse sobre los islotes y las insectívoras descubren este nuevo punto de alimentación. Precisamente los invertebrados han sido los pioneros indiscutibles en la recolonización, en apenas unos días multitud de odonatos (libélulas y caballitos del diablo) de fulgurantes colores sobrevolaban la charca, además de otras especies que nadaban en las aguas como Arthemias y Quironómidos.
Las replantaciones de aquellas zonas que resultaron inevitablemente mas afectadas por el paso de la maquinaria, recuperan su cobertura a buen ritmo, tomando un aspecto mas equilibrado del que tenían gracias a la inclusión de limonios y tarays que diversifican la flora existente y, con un poco de ayuda, ganaran terreno a los carrizos, que antes ocupaban todo el espacio asfixiando la posibilidad de crecimiento de otras especies.
Solo nos queda celebrar la inauguración, con la entrada del mes de julio reuniremos a nuestros voluntarios, todos aquellos que aportaron esfuerzo de forma desinteresada aprendiendo con nosotros las maravillas que esconden los humedales y las riberas del Mar Menor....GRACIAS...
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